El factor de conveniencia, la falta de tiempo y la escasez de habilidades culinarias influyen sobremanera a la hora de consumir productos previamente cocinados.
¿Qué nos indican los datos?
El 95% de los consumidores declara incluir platos preparados en su cesta de compra. Asimismo, más de la mitad de los españoles declara adquirir productos listos para consumir por falta de tiempo, mientras que casi la mitad afirma que consumiría más productos de este tipo si la oferta de recetas saludables fuera más amplia.
Por su comodidad y rapidez de preparación, el producto de conveniencia va ganando adeptos ya que cuanto más ajetreada es la vida del consumidor mayor es el consumo de este tipo de alimentación. Las pizzas, las ensaladas limpias y listas para el consumo y los batidos y yogures bebibles son los preferidos y más demandados.
¿Qué motiva la compra de comidas precocinadas?
- La falta de habilidades culinarias o la pereza de invertir tiempo en la cocina. De hecho, la mitad de los consumidores reconoce consumir el “listo para comer” porque no le apetece o no sabe cocinar. Para estos consumidores, preparar la comida es algo difícil que requiere esfuerzo y que conlleva mucho tiempo.
- La visibilidad del producto a través del envase: mientras que los envases opacos remiten a lo artificial, los transparentes transmiten confianza, por lo que el consumidor percibe que tiene más control sobre lo que está comprando. Es asimismo importante el tamaño, el número de raciones que incluye, y que se pueda volver a cerrar manteniendo las propiedades del producto.
- El factor salud, sin embargo, condiciona el consumo de estos productos. Todavía, una pequeña parte de los consumidores, tan sólo el 20%, declaran percibirlos como sanos.
En definitiva, el consumo de platos preparados es una tendencia al alza donde un comprador con poco tiempo, pereza y sin habilidades culinarias requiere de productos listos para consumir como la mejor alternativa a sus necesidades.