Ambos son productos recurrentes en la cesta de la compra de la gran mayoría de consumidores dado su bajo coste de adquisición y el consumo arraigado que existe como tradición.
¿En qué se diferencian?
El embutido se elabora con diferentes partes troceadas o picadas del animal. A estas partes se les añade sabor por medio de mezclas de especias y condimentos y el resultado se introduce dentro de tripa natural o industrial, lo que permite que se puedan conservar por más tiempo.
El fiambre se hace utilizando piezas magras del cerdo, que se mezclan con aditivos y otras partes del animal para mejorar el sabor y la consistencia del producto. Al utilizarse técnicas de cocido o asado durante su fabricación, es imprescindible que se conserven a baja temperatura en la nevera. Esto ayudará a evitar que se estropeen y se puedan mantener en buen estado. A diferencia del embutido, el fiambre suele contener más porcentaje de grasa, y por eso se recomienda comerlo con cuidado y equilibrio.
Tanto los embutidos como los fiambres son parte de una alimentación sana y saludable pero es importante tener en cuenta algunos consejos para su consumo:
- Previamente, leer con detenimiento la etiqueta del producto.
- Evitar aquellos con demasiados aditivos, conservantes y colorantes artificiales.
- Elegir productos en su versión con menos grasa y sal.
- Adquirir preferentemente aquellos que no contengan alérgenos.
¿Qué aportan a nuestra salud?
Nos aportan grandes beneficios nutricionales a menudo desconocidos por los consumidores tales como:
- Son ricos en proteínas lo que ayuda a mejorar la masa y desarrollo muscular.
- Aportan micronutrientes necesarios para mantener una buena salud.
- Contienen hierro y vitamina B12 para prevenir la anemia.
- Contienen selenio que es un antioxidante y que permite reducir las posibilidades de padecer algunas enfermedades.
Hoy en día, escoger para la compra los embutidos y fiambres más idóneos se ha vuelto más fácil. Ahora los elaboradores buscan añadir mezclas de sabor más saludables para poder etiquetar sus productos como Clean Label (etiqueta limpia). En Pilarica se lo ponemos fácil ofreciéndoles soluciones sin conservantes ni colorantes artificiales, reducidas en sal, libres de alérgenos e incluso sin aditivos de ningún tipo. Trabajamos para que las mezclas sean, tanto para el elaborador como para el consumidor, cuanto más naturales mejor.